Prisión política y huida: el drama de las familias en Cuba

Tragedia y naufragio de una familia del 11J en Cuba

Las dos hermanas de Yarelis Mesa Vázquez, en prisión política intentan la huida de la miseria y la represión en una embarcación rústica, una de ellas sigue desaparecida

La necesidad de la huida empezó con la prisión política del 11 de julio de 2021, como con tantas familias en Cuba

Marta Vázquez Molina, es la matriarca de esta familia de mujeres que vive una tragedia trágica, pero parecida a la que viven muchas familias en Cuba. Marta es separada y tiene 56 años. Marta tiene 4 hijas y un hijo:

  • Yamelis Triana Vázquez, desaparecida, de 35 años, con dos hijos, un varón de 11 años y una hembra de 14 años. Intentó la huida y falleció.
  • Yailín Mesa Vázquez, rescatada, de 27 años y tiene una hija de 2 años. Intentó la huida, sobrevivió al naufragio.
  • Yarelys Mesa Vázquez de 25 años, casada con Osdennys Salinas Martínez, de 22 años, sin hijos. Está en prisión política y es hermana de la huida fallecida.
  • Gilberto Lorenzo Vázquez, de 21 años, soltero.

El 11 de julio Yarelys y Gilberto salieron a la manifestación del 11 de julio de 2021 en Cuba. Saliendo de la manifestación, regresaron a su casa. Las autoridades, por medio de la investigación prospectiva, es decir, la confiscación y violación ilegal de los datos personales, vídeos y fotos de los móviles confiscados de los manifestantes, sin orden judicial, identificaron en la manifestación a Yarelys y Gilberto.

El día 12 de julio la Seguridad del Estado, en gran número, fue armada con armas a su casa, amenazando con violencia contra la familia. Golpearon fuertemente a ambos en la detención, sin motivo justificativo alguno, sin orden judicial de arresto y sin explicar motivo alguno para ello. Ella y su marido fueron detenidos e inmediatamente les aplicaron una medida cautelar de prisión por la fiscalía sin intervención judicial alguna, lo que invalida todo el procedimiento penal por una detención arbitraria e ilegal. Ningún juez conoció su caso hasta muchos meses después. Posteriormente el policía encargado, llamado instructor en Cuba, y el fiscal, les fabricaron ambos habrían aprovechado el vandalismo de algunas personas en una tienda de pago en divisas para coger alimentos y enseres que dichas personas fueron sacando y repartiendo. La realidad es que la acusación fue llevada a juicio el día 7 de diciembre en un tribunal militar, algo ilegal igualmente en la legislación internacional para el delito fabricado. Les acusaron de “Robo con Fuerza” y condenaron a horribles sentencias de privación de libertad a pesar de no tener antecedentes penales siquiera. El proceso penal ha sido tan violatorio y sucio desde el punto de vista legal, que ese fabricado aprovechamiento, que no quedó en absoluto probado por la sentencia, queda extremadamente insignificante de todo punto frente a la represión tan brutal que se les ha aplicado a ella y el marido de forma totalmente ilegal.

Algunas de las frases que se pueden leer en la sentencia son escandalosas, donde queda de manifiesto la animadversión política contra ambos. De Osdennys dicen que “mantiene una desfavorable conducta social, pues presenta problemas con sus vecinos, era apático a la participación en las tareas y actividades organizadas en su barrio[por el partido comunista], deambula a altas horas de la noche y se reúne con personas de pésima conducta moral y social”. No obstante, sin embargo, tras decir todas estas barbaridades, indica que no le constan antecedentes penales.

De Yarelys, dice la sentencia, textualmente también, que “se reúne con personas de desajustada conducta social y moral”, pero tras catalogarla para aplicarle una pena inhumana, no tiene reparos en calificar que, realmente, no tiene antecedentes penales.

Sin antecedentes penales, la animadversión por su participación en la manifestación del 11J en Cuba traslada el escatológico desarrollo de su caso. Desde el 12 de julio hasta la fecha ambos han estado presos por orden de la fiscalía sin que juez alguno conociera de su caso siquiera, algo que se ha realizado con todos los presos de conciencia y políticos en Cuba, sometidos a maltratos y torturas diversas, al igual que todos los presos políticos, y se encuentran una en la prisión de mujeres de máxima seguridad La Bellotex, y él, por su parte, en la prisión de máxima seguridad del Combinado del Sur de Matanzas. Ambos rodeados de los peores criminales de la región de Matanzas y otros presos políticos renombrados.

La represión familiar por la prisión política, causa de la huida

La familia ha sufrido persecución, citaciones, maltratos verbales, hostigamiento. La madre no sólo ha sufrido por tener a su hija en prisión injusta y violatoriamente. Además ha sufrido los mencionados maltratos todo este tiempo.

Este hecho es común al 100% de los presos políticos que pretenden defender la inocencia o el trato humano a sus familiares presos.

La prisión y represión política causa de la huida de las otras dos hijas de la familia

La situación de represión familiar era tal que las otras dos hijas de Marta, Yamelis y Yailín, que no habían sido procesadas penalmente, no vieron más opción que dejar el país como fuera para evitar la barbarie represiva que viven todas las familias de los presos políticos.

En Cuba, en violación del artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, diversos artículos del Código Penal anterior y el vigente castigan con pena de prisión el simple hecho de dejar el país. Ellas no tenían delito alguno por el 11j, sin embargo, Yailín y todos los supervivientes del naufragio se encuentran en prisión provisional por orden de la fiscalía sin que juez alguno haya intervenido en su caso. Lejos de ser llevados al hospital y luego a sus casas para su recuperación, se encuentran encerrados como criminales, a pesar de que la propia hermana de Yailín haya perdido la vida en el naufragio. Ni oportunidad para llorar la pérdida de la hermana han tenido ninguno de los supervivientes.

El nuevo Código Penal de Cuba en vigor desde el 1 de diciembre, altamente más represivo incluso que el anterior, no duda en dejar claro que de Cuba no está permitido salir, al igual que el anterior, con penas de hasta 8 años de prisión.

CAPÍTULO II

SALIDA ILEGAL DEL TERRITORIO NACIONAL

Artículo 283.1. Quien, sin cumplir las formalidades legales, salga o realice actos tendentes a salir del territorio nacional, incurre en sanción de privación de libertad de uno a tres años o multa de trescientas a mil cuotas, o ambas.

2. La sanción a imponer es la de privación de libertad de tres a ocho años, si en la realización de los hechos a que se refiere el apartado anterior su responsable: a) Emplea violencia o intimidación en las personas o fuerza en las cosas; o b) ejecuta tales acciones con habitualidad.

3. Los delitos previstos en los apartados anteriores se sancionan con independencia de los que se cometan para su ejecución o en ocasión de ella.

Artículo 284.1. Quien organice, promueva o incite la salida ilegal de personas del territorio nacional, incurre en sanción de privación de libertad de dos a cinco años.

2. Quien preste ayuda material, ofrezca información o facilite de cualquier modo la salida ilegal de personas del territorio nacional, incurre en sanción de privación de libertad de uno a tres años o multa de trescientas a mil cuotas, o ambas.

Las dos hijas no procesadas penalmente por el 11J, Yailín y Yamelis, salieron este pasado lunes a las 8:30 de la mañana en una balsa construida por uno de los 31 que se embarcaron en ella. La embarcación encalló a 25 millas de la costa de Cuba el martes a mediodía.

La omisión forzada del deber de socorro está institucionalizada en Cuba

Uno de los 31 náufragos nadó el durante horas hasta un faro e hizo señas a una embarcación con una linterna. La embarcación, al verle, y por miedo a las represalias del régimen, no fue a preguntarle siquiera hasta que amaneció. Le dejaron a cientos de metros, en el agua, haciéndoles señales sin parar con una linterna. Las represalias del gobierno cubano impiden a toda embarcación recoger a las víctimas de naufragios, ni en casos de extrema necesidad como el narrado. Estuvo toda la noche a la vista de la embarcación, pero no fue hasta por la mañana que se acercaron a él y cuando ya es entonces que se acercó el barco guardafronteras. Una vez recogido por el guardafronteras, al chico lo llevaron preso junto con la hermana superviviente, Yailín, y al resto de supervivientes después.

En efecto, fue sólo cuando amaneció que el barco se acercó a saber lo que pasaba y es sólo entonces cuando pudo trasladar lo que había sucedido. El naufragio sucedió el martes a medio día, pero sólo en la mañana del miércoles se les fue a buscar. Los guardafronteras, al ir al encuentro del naufragio, encontraron a 10 supervivientes más y una ahogada.

A Yailín, por su parte, la encontró una embarcación cubana que llevaba a extranjeros a pescar, flotando más allá del faro. Uno de los extranjeros, por pena, parece que quiso llevarla a Estados Unidos para salvarla. No obstante, y aunque la subieron al barco, y le dieron agua y comida, el capitán cubano no se atrevió a llevarla porque, de nuevo, tienen prohibido recoger a los náufragos y trasladarlos a lugar alguno. El patrón llamó al guardafronteras, se la entregaron, e igualmente se la llevaron a prisión política por la huida, por lo que denominan “salida ilegal”. Luego rescataron a 8 más, a los que metieron presos junto con ella y al joven que nadó y alertó a las autoridades y pasó la noche sin ser atendido.

El resultado es que ahora todos, como criminales, permanecen en prisión hasta el momento de redactar estas últimas informaciones.

Estas situaciones inhumanas se suceden cada día en Cuba. Afectan a todos los habitantes de la isla, pero cuando se une la represión colectiva con la represión política, pueden vivirse tragedias absolutamente desgarradoras, más cercanas al holocausto que a las vivencias de muchos ciudadanos del siglo XXI.Casi 300.000 personas han huido de la isla en el año fiscal 2022, en un récord histórico que jamás antes había sucedido en Cuba, en toda su historia. Entre ellos son cientos los casos entre las familias del 11J, mientras los presos languidecen en prisión torturados en las peores condiciones

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