Llámalo por su nombre

Historias de los que se atrevieron a gritar "libertad" en Cuba


Por Ray Pascual

Rostros del 11J en San Antonio: Rosa Janis y su hija Angelina

Rostros del 11J en San Antonio: Rosa Janis Millo

Angelina es una niña que tiene mucho dolor que contar. Ha sufrido, con solo once años, la separación de sus padres por motivos políticos. La abuela Adys se sorprendió al verla en un video que rápidamente se viralizó en las redes sociales. “¿Nadie sabe que yo quiero a mi mamá libre?”, preguntaba la niña en un video que realizó sin la aprobación ni supervisión de sus mayores.

Angelina no ha convivido más con su mami desde el 11 de julio de 2021, cuando todo su poblado de San Antonio de los Baños decidió tomar las calles por un cambio. Rosa Janis Millo, una mujer de 28 años actualmente, fue de las primeras en sumarse a las protestas de San Antonio. Allí, a pocas cuadras de su casa, empezó el estallido social más grande de los últimos 60 años en Cuba.

Según Adys, la madre, se habían realizado anteriores y fallidas convocatorias para sumarse a una protesta pacífica, desde varios grupos de Facebook. Las razones eran las mismas: la precariedad económica reflejada en la ausencia de medicamentos, los cortes eléctricos asiduos, persistentes, la pésima gestión del gobierno frente a la pandemia, las tiendas en MLC, los bajos salarios, entre otras. Ese día, finalmente, todo el mundo se congregó en el parque central del municipio.

“La calle Ancha se hizo estrecha”, dice Adys, para referirse a la masividad de personas congregadas en una de las calles centrales de San Antonio, la calle Ancha.

La protesta fue inicialmente pacífica, justo hasta después que el Presidente de la República se personara allí. Se bajó de su carro, vio el movimiento irrefrenable de opositores, y los pobladores lo oyeron decir: “Cójanlos a todos”. Justo en ese momento se desencadenó toda una serie de acciones violentas por parte de la policía, que desencadenó en la detención de Rosa Janis.

En el juicio realizado en diciembre de 2021, Janis era condenada por los cargos de desacato y desorden público. En aquel entonces la jueza refirió a los acusados que debían proferir si tenían algo de lo que arrepentirse. “De lo único que me arrepiento es de los más de cinco meses que he estado separada de mi familia”, fueron las palabras de Janis. En marzo de 2022 fue sentenciada finalmente a seis años de privación de libertad, los cuales cumple en la Prisión de mujeres de Occidente, más conocida como EL Guatao.

En la Prisión hay un parque de diversiones, pero no está estipulado que las madres presas puedan dedicar el tiempo de su visita para jugar allí con sus hijas, supuestamente porque luego de jugar, pueden ensuciarse los pies y terminar ensuciando completamente la prisión.

A pesar de aquello, la energía de Angelina al visitar a su mami es contagiosa, y Janis es tan feliz al verla como lo fue siempre. “Tu hija la veo muy alegre”, le señaló en una ocasión una guardia del penal a Adys, la madre, como si la alegría estuviera prohibida en estas instituciones.

“Mi hija no mató”, respondió Adys, “mi hija no robó. No sé qué hizo ella para tener que estar triste, para no poder dormir con su cabeza tranquila”

Angelina, como la madre, tiene que estar alegre. El 11 de julio abruptamente había tenido que dejar de ver a su madre. “Tiene covid”, le dijo su abuela. No sabían cómo darle la noticia de la detención, que había sido además, con toda la violencia física que caracterizó la represión en San Antonio. Angelina, al ver que pasaban los días y no tenía noticias de su mami, pensó lo peor. Pensó que estaba muerta.

La abuela Adys para desmentirle aquel pensamiento la sentó y le comunicó la verdad.

Angelina es una niña de once años, que también ha sufrido el arresto de su papá, por motivo del mismo alzamiento del 11J en San Antonio. Rolando López fue detenido y sentenciado igualmente a seis años de privación de libertad.

A las semanas de la detención, en un cinismo sin par, los organismos gubernamentales de San Antonio enviaron a casa de la abuela a una trabajadora social. Los mismos que dejaban a la niña desamparada y sin sus padres, ahora querían hacerse cargo de ella. “Yo tengo derecho a atender a Angelina”, dijo la trabajadora social. “¿Tú quieres atenderla?”, preguntó Adys, “pues suelta a su madre”.

Adys reconoce que su hija es una mujer fuerte, y que Angelina de ella lo ha heredado también. En la escuela, una maestra la invitó recientemente a participar en los actos culturales y políticos, los llamados matutinos. Angelina a sus once años es otra niña, desde que la dictadura encarceló a sus padres. “Si tú me paras en el matutino yo voy a exigir una sola cosa, libertad para mi madre”

Consulte todos los datos de la prisionera política Rosa Janis Millo Espinosa en la lista oficial de Prisoners Defenders: https://lista.prisonersdefenders.org/prisioneros/rosa-janis-millo-espinosa/

Esta sección está dirigida por el periodista independiente Ray Pascual.
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